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¿POR QUE LA NAVIDAD SE CELEBRA EL 25 DE DICIEMBRE?

Antonio Las Heras en una de sus visitas a Capharnaun, considerada «La Ciudad de Jesús», dónde estaba la casa de su discípulo Pedro.

Por Antonio Las Heras

El 25 de diciembre de cada año celebramos la Navidad, que representa la “Natividad del Señor”, es decir, la fecha en que se conmemora el nacimiento del Maestro Jesús. Pero, en verdad, éste no fue el día en que ocurrió su nacimiento, desconociéndose hasta el presente la fecha precisa del sublime acontecimiento. La Iglesia de los primeros siglos aceptaba desconocer esa fecha, incluso el año; y algunos pontífices llegaron a castigar con pena de excomunión a quienes se hubieron atrevido a proponer alguna.

Hay hechos que aseguran la imposibilidad de que Jesús naciera recién iniciado el invierno en el Hemisferio Norte. El frío de aquellas zonas no permitía que hubiese pastores cuidando a sus rebaños durante las noches, ni que algún niño naciera en un pesebre, como se desprende de lo escrito por Lucas en su Evangelio. Todos hubieran muerto congelados. Dados tales datos, lo más probable es que Jesús naciera entre marzo y junio; esto es: en la primavera boreal.

La elección del 25 de diciembre la estipuló oficialmente el Papa Liberio en el año 354 para hacerla coincidir con el inicio de las tradicionales celebraciones paganas del Solsticio de Invierno; aquellas que los romanos supieron denominar del Sol Invicto.

Antonio Las Heras en una de sus visitas a Capharnaun, considerada «La Ciudad de Jesús», dónde estaba la casa de su discípulo Pedro.

Tampoco el año cero del calendario que utilizamos coincide con el del Nacimiento. Error de Dionisio el Pequeño – también llamado “el Exigüo” – monje del siglo VI quien, según los especialistas en el tema, equivocó sus cálculos en, aproximadamente, siete años al datar el reinado de Herodes I el Grande, por lo que dedujo que Jesús hubo nacido en el año 753 desde la fundación de Roma. Lo cierto es que Jesús habría nacido siete años antes de la fecha propuesta por Dionisio, el Exigüo, pero que mantenemos hasta la actualidad.

Lo que debemos destacar es que la elección del día de nacimiento no fue casual. El emperador Constantino aconsejó a los cristianos la fecha del 25 de diciembre porque coincidía con la gran fiesta pagana dedicada al Sol. En Roma se celebraba el “dies natalis Solis invicti” (“día del nacimiento del Sol invicto”) que representaba la victoria de la luz sobre la noche más larga del año (clara alusión al Solsticio de Invierno). Esta explicación se basa en que la liturgia de la Navidad y los cristianos de la época establecían un paralelismo entre el nacimiento de Jesús y algunas expresiones bíblicas referentes a él tales como “sol de justicia” (Mateo 4, 2) y “luz del mundo” (Juan 1, 4).

Hay algunos datos más llamativos que resaltar. El cristianismo de aquella época estaba en franca “competencia” con los tradicionales ritos paganos, muy arraigados en la población; especialmente con los que se efectuaban durante el 24 y 25 de diciembre en honor a Dionisios (divinidad del vino, la fecundidad y la muerte); al nacimiento de Eón en Alejandría; a Osiris y, según la leyenda, también en esa fecha las aguas del río Nilo poseían el poder de curación otorgado por los dioses.

La fecha del Solsticio de Invierno (en el hemisferio boreal que corresponde al Solsticio de Verano del hemisferio sur) ha sido de tanta trascendencia para las distintas culturas, religiones y tradiciones que resulta suficiente destacar el hecho de que prácticamente a todos “los grandes maestros de la Humanidad” se les atribuye haber nacido de una madre virgen y un 25 de diciembre. Así tenemos nacidos el 25 de diciembre a Atis, de la virgen Nana; Buda, de la virgen Maya; Horus, de la virgen Isis (en un pesebre y una cueva); Krishna, de la Virgen Devaki; Zoroastro, también de una virgen; y Mitra (la figura más relevante en cuanto a culto de esa época) de una virgen, en una cueva, siendo visitado por pastores que le llevaron regalos. Esto, entre muchas otras similitudes más que coinciden con diferentes períodos de la vida atribuida a Jesús.

Nota: Antonio LAS HERAS es doctor en Psicología Social, parapsicólogo, filósofo y escritor. e mail: alasheras@hotmail.com Twitter: @LasHerasAntonio Instagram: alasheras1

Barbara Ivanova reconoció que la clarividencia se utilizó en política

 

La clarividente rusa reveló que en su país la Parapsicología se usó en el espionaje.  En octubre de 1990, durante su estadía en Buenos Aires, tuvo un diálogo a solas con el doctor Antonio Las Heras, donde la moscovita explicó detalles de cómo se trabaja en la URSS con la telepatía. A pesar de haber transcurrido casi tres décadas, publicamos aquel diálogo por lo esclarecedor del mismo; más aún teniendo en cuenta el contexto histórico internacional de aquellos días.

Ivanova con ALH1

La parapsicóloga y paragnosta moscovita Barbara Ivanova sólo estuvo en la Argentina durante 48 horas – traída por Dora Mónica Ferri de Hadad, vicepresidenta del centro Cultural Allan Kardec – para coordinar una serie de conferencias que ofrecerá en nuestro país en junio del año 1991, y la aparición de su primer libro en castellano. Durante su breve estada accedió – en forma exclusiva – a dialogar con nosotros. Las curas parapsicológicas a distancia, la reencarnación y las investigaciones que actualmente realizan en la URSS fueron alguno de los temas.

– ¿Es cierto que la Parapsicología fue algo prohibido y secreto en la Unión Soviética porque se utilizaba en el espionaje?

– Si, era secreto, entonces nosotros tampoco lo sabíamos. Desde 1965 hasta a 1975 hubo un laboratorio abierto de información. Se trabajaba con telepatía, con clarividencia, con todo. En el país hay muchas asociaciones científicas y esta era una de ellas. Nadie nos pagaba.

Ivanova

– ¿Y qué pasa desde entonces?

– Y… nuestro grupo trabaja en la calle, debajo del cielo.

– ¿Qué investigaciones realizaron entre 1965 y 1975?

– La Parapsicología se concentraba en la telepatía. Era igual en todo el mundo. Después ampliamos el trabajo y comenzamos con la investigación sobre la posibilidad de realizar curas a enfermos – a distancia – por vía parapsicológica.

– ¿Qué técnicas utilizan?

– Las más simples, pero sin tocar. Porque si se toca, podrán decir que todo es producto de masajes, del calor de las manos, por ejemplo. Entonces, el valor científico de lo parapsicológico desaparece. Por eso, no tocamos. De esta manera no hay ley física que lo pueda explicar.

– ¿Y qué ocurre con las curas parapsicológicas a distancia?

– Yo he investigado y trabajado en eso. Teníamos muchos alumnos, y algunos de ellos podían curar a distancia y hasta hablando por teléfono.

– ¿Utilizaban métodos telepáticos?

– También podrían ser. Pero los aparatos telefónicos también tienen algún papel en eso, porque yo no hablo nada, solamente mando las vibraciones. La persona siente salir del teléfono muchas cosas: ondas, sensaciones, hormigueos…

– ¿Qué aspecto investiga hoy en día la Parapsicología en la Unión Soviética?

– Estudia, desde el punto de vista físico, que son los rayos, las radiaciones que provocan la salud. No se ha encontrado nada, solo el calor. Ahora pregunto: si yo curo a una persona que está en otro continente ¿eso es calor? No, es otra cosa.

– Usted está visitando varios países del mundo, ¿Cuáles son los objetivos?

– Tengo como finalidad unir a los investigadores para llegar a los resultados más elevados. Lo importante para la Humanidad, mucho más que ocuparnos de los fenómenos parapsicológicos, es pensar para qué sirven. Creo que hay que utilizarlos para la compresión espiritual, la sabiduría, para entender cómo está hecho el mundo, de dónde llegamos y para dónde vamos.

– ¿Esto está relacionado con la reencarnación?

– La reencarnación está relacionada con la Parapsicología y con toda la Ciencia en general.

– ¿Y qué conclusiones han sacado?

– De encarnación en encarnación nos elevamos, somos mejores, ética, moral y espiritualmente. Así, finalmente, llegara la armonía y felicidad al mundo.

– ¿Qué mensaje le daría usted en general, a la gente?

– Que el mundo no es lo que pensamos. Hay un chiste ruso: no se puede tener a todas las mujeres, pero se puede tratar. De la Ciencia decimos lo mismo: no se puede saber todo, pero hay que tratar.

– ¿Qué vislumbra usted para el tercer milenio?

– Se ve una gran esperanza. Se puede ver que las fuerzas cósmicas ayudan al mundo. Pero no solo hay que luchar por conservar la paz, primero hay que crearla.

Para conocer sobre las conferencias, cursos y talleres que realiza el Prof. Dr. Antonio Las Heras así como para adquirir sus libros, CDs y DVDs, enviar correo electrónico a alasheras@hotmail.com

 

EL AJEDRECISTA VIKTOR KORCHNOI HABLA DE LAS INFLUENCIAS PARAPSICOLÓGICAS A LAS QUE TUVO QUE ENFRENTAR

EL AJEDRECISTA VIKTOR KORCHNOI HABLA DE LAS INFLUENCIAS PARAPSICOLÓGICAS A LAS QUE TUVO QUE ENFRENTAR

Una entrevista del Prof. Dr. Antonio Las Heras

Viktor Korchnoi, el gran maestro de ajedrez que alcanzó destacada fama por su capacidad en el juego ciencia así como por haber huido de la URSS, falleció a los 85 años de edad en Suiza donde se había establecido desde años antes. A los 85 años de edad murió el 5 de junio de 2016. Allá por la década del 80 del Siglo XX, El Gran Maestro visitó la ciudad de Buenos Aires para participar de un certamen que resultó memorable. En esas circunstancias se hizo tiempo para conversar sobre Parapsicología con el Prof. Dr. Antonio Las Heras. Una breve reseña de lo que se dijeron fue publicado por la ya desaparecida revista SEMANARIO que publicaba la Editorial Perfil. Hoy, por primera vez, presentamos la desgrabación de esa conversación donde Korchnoi hace notables revelaciones sobre el uso práctico de la Parapsicología. Les deseamos buena lectura!!

 

Nos encontramos en la ciudad de Buenos Aires con el gran ajedrecista Víktor Korchnoi, que ha accedido a dialogar hoy con nosotros, sobre diferentes temas vinculados al ajedrez, pero más vinculados a la Parapsicología y al Control Mental.

Le decíamos al Maestro Korchnoi qué gran placer tenerlo de vuelta en Buenos Aires, y que ésta entrevista será difundida por diferentes medios como la revista Semanario, nuestro programa de radio que se emite por una tradicional estación de radio como es Radio Splendid, y grabada en video para diferentes canales de TV. Del interior del país.

No queremos consultarlo hoy sobre ajedrez, sino sobre algunas cuestiones referidas a su experiencia de vida durante la práctica de ajedrez.

Korchnoi dice que él nos es un especialista en Parapsicología sino en ajedrez.

Le hago la primera pregunta, en 1981 usted se enfrentó a Anatoli Karpov por el título del mundo en ajedrez; en aquel tiempo los diarios y las revistas publicaron que Ud. fue víctima de influencias parapsicológicas realizadas por gente del equipo de Karpov, más aún, que quienes lo perjudicaron a Ud. psicológicamente respondían a ordenes de la K.G.B. nosotros queremos conocer su opinión sobre esto y saber si el rumor de ciertos o falso.

Para ser exactos no jugué contra Karpov en 1981, sino en 1978, y que ya en ese momento pude apreciar las influencias que estaban siendo utilizadas. Publiqué, un libro, que está editado en la Argentina que se llama justamente “Anti-Ajedrez” , porque justamente no fue un juego de justo, por que se habían utilizado armas poco claras.

Había un miembro del equipo de Karpov que era parapsicólogo y cuyo nombre era Drukarad, no fue claro ni para el público ni para mí, como este señor me afectó y como ayudó a Karpov, enfatizo que no soy parapsicólogo y como algunas personas del público solo conozco algunas cosas de Parapsicología y Psicología; de hecho la hipnosis no es fácil de comprender. Este señor siempre estaba presente en el salón de juegos y a una distancia visual de la que yo tenía a Karpov, de hecho Karpov estaba jugando en contra mío en un estado de hipnosis. Durante el juego que duró cinco horas necesitaba fuerza mental de su hipnotizador, de hecho yo proteste de que este señor estaba sentado muy cerca del escenario, y esta protesta duro durante todo el juego, que el parapsicólogo se alejara del escenario, también taro de afectarme, bueno ahora llegamos al punto más interesante. Al parapsicólogo le es posible forzar a una persona que realmente desea ganar el juego y derrotar al oponente, a actuar en contra de sí mismo, he llegado a la conclusión de que tanto como una persona pueda mantener el control sobre sí mismo.

Hay momentos en un juego de ajedrez en que el jugador pierde el control sobre sí mismo, ocurre cuando tiene tiempo, cuando esta todo al azar, en ese momento un parapsicólogo puede crear milagros y eso es lo que realmente ocurre durante el juego, no recuerdo ningún otro juego donde yo haya tenido problemas, sentirme tan corto de tiempo, pero también hubo un lado opuesto y fue entonces cuando a Karpov se aseguro que tenía que jugar más rápidamente para aprovechar este momento, realmente jugaba como una ametralladora y también cometió terribles errores y esa fue la peculiaridad de este match.

Mencionó Ud. sobre mi juego con Karpov en 1981… Allí todo los errores que se habían cometido en 1978 fueron corregidos. De hecho no uno sino varios parapsicólogos estaban presentes en el match de 1981. No era posible detectarlos donde estaban así que era imposible enfrentarme a ellos.

No tengo datos de lo que ocurrió en 1981. Si antes del match nuestro rating era más o menos igual, estaba bien preparado desde el punto de vista del ajedrez, pero el match fue jugado por una ventaja increíble de parte de Karpov, digamos…, perdí seis juegos y gané dos juegos, esto fue un milagro porque realmente todas las ventajas estaban de parte de Karpov y fue mi propia voluntad y mi propio juego lo que posibilitaron que ganara esos dos juegos durante ese match, y es lo que realmente es extraño porque antes del match cualquiera hubiera podido predecir un match igualitario.

Conocemos que ha tenido otras experiencias vinculadas a la Parapsicología. Y que incluso antes de empezar esta entrevista nos estaba por contar una, que le pedimos que nos relate ahora.

Ocurrió hace siete años, un conocido mío me llamó y me preguntó con qué jugador de ajedrez desaparecido (muerto) me gustaría jugar…

Conteste Capablanca, Kerets, Marots, me llamo nuevamente y me dijo que no habían podido encontrar allí a Capablanca y Kerets pero a Marots si, que se encontraba.

¡Querrá decir al espíritu de Marots?

De hecho este conocido mío era miembro de la Sociedad Parapsicológica de Suiza, resultó en eso, en realidad yo no lo sabía, y tenía médium, yo nunca conocí a este médium, el médium juraba que nunca había jugado ajedrez en su vida.

El juego duró seis años, a veces yo no tenía ganas de jugar a veces el médium tampoco y algunas veces Marots tampoco.

Recientemente yo termine el juego, lo gané de hecho, aun dos semanas después de la finalización el médium murió!!!

De hecho este miembro de esa sociedad parapsicológica dijo que no se trataba de mera coincidencia de que este médium haya muerto después de la finalización de juego, tenía que completar la experiencia, el punto, el objetivo de la experiencia era probar que la reencarnación existía, que las almas mueren.

Ahora yo le pregunto a Ud, como profesional de este juego y con su gran experiencia, durante esos años de juego le pareció que estaba jugando simplemente un aficionado o realmente tuvo como adversario a un Gran Maestro.

Es difícil decirlo, mucha gente a la que yo le he comentado esta experiencia piensan que fue un truco. Tuve la impresión de que a pesar de que la apertura fue mala el final del juego mejoraba.

¿Por qué?

Porque como él había muerto, no estaba al corriente de todo lo que había ocurrido en el ajedrez durante esos cuarenta años pasados, pero todos estos maestros eran conocidos por su gran técnica en el final de match esa fue la única impresión que yo tuve.

Otro tema, conocemos que la práctica del ajedrez, requiere entre otras cosas de relax y concentración mental, podríamos conocer los ejercicios de relax que a Ud. le resultaron mas provechosos.

A mi me fue enseñado como mantenerme para «autoganar», lo único que practico todos los días, es la concentración mental. De hecho mi carrera ha durado más de cuarenta años así que yo sé como concentrarme.

Precisamente nuestra pregunta tiende a eso, quizás se trate de secretos profesionales, pero si nos puede contar una técnica de concentración que pueda ser de utilidad a todos…

Trato de imaginar lo que Ud. quiere que yo cuente exactamente, durante el match de 1988 dos yoguis se acercaron para ayudarme durante el match, estaba en contra de Drukard por eso yo tuve varios éxitos durante ese match, durante su presencia en el match Drukard se sentía como un colegial, un alumno. Durante ese tiempo me enseñaron concentraciones con métodos del yoga.

Uso algunos de los ejercicios que me enseñaron de vez en cuando, aparte de eso no tengo ningún ejercicio de concentración.

Acabo de dar cuenta que hay una primera parte que no me contestó, referida a que esa gente, los parapsicólogos que estaban interviniendo a favor de Karpov; si eran agentes de la K.G.B.

Un instituto de Parapsicología secreto existía en la URSS y estaba bajo el servicio de la K.G.B.  Ayudar a Karpov a ganar el match era parte de su tarea, pero yo pienso que tenían otras tareas más importantes para solucionar en la ex Unión Soviética, políticas me refiero…

La Unión Soviética no existe ya… pero los parapsicólogos no desaparecieron. Yo estoy convencido en esto ocurrido parapsicológicamente durante mis juegos; pero tengo en claro que esto son solamente los primeros pasos parapsicológicos.

Ocurrió hace mucho tiempo, pero hoy es conocido que los mejores jugadores de ajedrez, contratan a los mejores parapsicólogos.

Durante 1988 en el match entre Karpov y Kasparov en Sicilia (Italia), hubo una entrevista con el célebre parapsicólogo soviético Dadashov, esta entrevista fue publicada en la revista alemana “Spigel”; allí decía un montón de cosas, entre ellas que había ayudado a Kasparov, y ahora ayudaba a Karpov.

Quiero agregar algo más. Hace algún tiempo, dos jugadores de ajedrez soviéticos que trataron de escribir un libro sobre Parapsicología, escribieron una carta, me escribieron para preguntarme por momentos parapsicológicos durante mi match, para que yo fuera más colaborador me proveyeron de alguna información, me preguntaron que sabía de los momentos parapsicológicos durante el match Karpov/Kasparov. Nosotros sabemos que durante ese match fueron ayudados por parapsicólogos que estaban luchando en contra de Dadasha. Uno es el famoso parapsicólogo británico Matheus y el segundo es un español. Eso es todo lo que yo sé. De hecho no sabía de su participación en el math.

 

 

ORÍGENES DE LA CREENCIA EN LA REENCARNACIÓN Escribe el Prof. Dr. Antonio LAS HERAS

ORÍGENES DE LA CREENCIA EN LA REENCARNACIÓN

Escribe el Prof. Dr. Antonio LAS HERAS

 

La reencarnación, palingenesia o metempsicosis es la creencia de que tras fallecer hay “algo” de la persona que subsiste en otra esfera imperceptible – el Más Allá – con la características especialísima de que ese “algo” mantiene consciencia de quien hubo sido durante la vida terrena.

Ideas reencarnacionistas se encuentran ya en la más antigua Tradición Hermética que afirma la existencia de un principio perenne e individualizado que habita y anima al cuerpo humano y que, ocurrida la muerte, transcurre un tiempo indefinido en el Más Allá, hasta encontrar un nuevo cuerpo conveniente, reencarnando en éste.

Para todas las escuela iniciáticas, esotéricas y de sabiduría, la reencarnación es un hecho cierto y comprobado, siendo, por lo demás, la causa primera por la cual cada persona durante su tránsito terreno debe procurar mejorar en sus facetas espirituales e intelectuales en vista a un crecimiento trascendente que lo ligue – de manera definitiva y trasmutadora – con el plan del trazado por el Gran Arquitecto del Universo.

La reencarnación es una de las creencias más antiguas. Forma parte del hinduismo, el budismo y otras filosofías orientales. En Occidente, la reencarnación tuvo adeptos entre algunos filósofos griegos. En nuestros tiempos se encuentra entre las enseñanzas de las sociedades teosóficas, los gurús indios, los psíquicos y el movimiento de la Nueva Era por el cual se han importado muchas creencias orientales, casi nunca comprometiéndose a serios cambios de vida, sino como algo que está de moda.

Las más antiguas civilizaciones como la sumeria, egipcia, china y persa, la conocieron en profundidad, pero esos saberes quedaban restringidos a los iniciados. Es por ello que los cultores de la historia oficial prejuzgan  suponiendo que no creían en la reencarnación. Lo cual es absolutamente falso puesto que los sacerdotes dedicaban sus días a progresar espiritualmente y desentrañar lo más que les fuera posible las leyes universales, a efectos de estar preparados para una futura vida mejor. El enorme esfuerzo que dedicaron a la edificación de pirámides, tumbas y demás construcciones funerarias, no demuestra en absoluto que creyeran en una sola existencia terrestre. Puesto que dichos monumentos tuvieron otras finalidades y nunca fueron tumbas. Así sucede con las pirámides de Kheops, Kefren y Micerino, en las que, si bien jamás fue hallado un esqueleto humano o una momia, los egiptólogos ortodoxos siguen insistiendo en que fueron tumbas. En verdad son monumentos a la sabiduría científica y esotérica.

Cuando apareció el Budismo en la India, en el siglo V a. J., adoptó la creencia en la reencarnación. Y por él se extendió en la China, Japón, el Tíbet, y más tarde en Grecia y Roma. Y así, penetró también en otras religiones, que la asumieron entre los elementos básicos de su fe. La primera vez que aparece la idea de la reencarnación es en la India, en el siglo VII a. J.

Si rastreamos el tema de la reencarnación, que en una de sus definiciones es que el alma de una persona muerta sea transferida al cuerpo de otro ser, no aparece en ninguna de las fuentes básicas del judaísmo. Recién el «Zohar» y la mística cabalística proveen al judaísmo de una idea tal como la reencarnación. El judaísmo jamás aceptó la idea de una reencarnación. Así en el Salmo 29 leemos: “Señor, no me mires con enojo, para que pueda alegrarme, antes de que me vaya y ya no exista más” (v.14). Y el Libro de la Sabiduría, dice: “El hombre, en su maldad, puede quitar la vida, es cierto; pero no puede hacer volver al espíritu que se fue, ni liberar el alma arrebatada por la muerte’’ (16,14).

Fue recién en el año 200 a. J. cuando entró en el pueblo judío la fe en la resurrección, y quedó definitivamente descartada la posibilidad de la reencarnación. Algunos eruditos creen encontrar el origen de estas ideas fuera del judaísmo, quizás en las religiones extremo orientales, que de algún modo llegaron a influir y ser parte de las creencias de reducidos grupos de judíos..El cristianismo, nacido del judaísmo mismo, es igualmente resurreccionista y no acepta la reencarnación.

El cuerpo más abundante de evidencia que apoya la doctrina de la reencarnación ha sido reunido por el doctor Ian Stevenson, médico psiquiatra y parapsicólogo de la Universidad de Virginia, que desde los años sesenta del Siglo XX, se dedicó a indagar en casos de presunta “memoria extracerebral” atribuible a presuntas reencarnaciones. Y así como una imagen vale por mil palabras, un relato extraído de las publicaciones hechas por Stevenson nos eximirá de mayores aclaraciones.

El caso que hemos elegido es el de Indika Guneratne, un niño de Sri Lanka – allá donde decidió radicarse Arthur Clarke – nacido en 1962 y que Stevenson comenzó a estudiar seis años después.

Indika por primera vez comenzó a hablar cuando tenía unos dos años y uno o dos años después empezó a describir una supuesta vida anterior en la que había sido un acaudalado residente de Matara, ciudad en la costa sur de Sri Lanka. Entre sus recuerdos se encontraban las características de la suntuosa mansión en que había residido, el auto Mercedes Benz que poseía como así también algunos de sus objetos preferidos y los elefantes que eran de su propiedad. Y otros datos muy precisos, como que el nombre de su chofer había sido Premdasa.

El padre de Indika, G. D. Guneratne, indagó en las declaraciones de su hijo descubriendo que un hombre de esas condiciones realmente había vivido en la ciudad indicada por su hijo. Pero no llevó adelante ninguna investigación más; esto sí le cupo a Stevenson.

Así pudo determinar que se trataba de K. G. J. Weerasinghe, un acaudalado comerciante de maderas, fallecido en 1960 dos años antes del nacimiento de Indika.

Stevenson pudo constatar que todos los dichos del niño coincidían, salvo algunos detalles. El fallecido sólo tenía un elefante y no varios. Tampoco había sido dueño de un Mercedes. Pero, y esto es igualmente extraordinario, la patente recordada por Indika coincidía con un automóvil de esa marca cuyo propietario había sido un vecino de un pueblo cercano.  Los recuerdos coincidían en un 90% con la realidad histórica. Había algunos desaciertos, es verdad, ¿pero puede la memoria – sobre todo la de un reencarnado – ser perfecta? Cabe aquí suponer que precisamente el hecho de que haya habido errores brinda mayor credibilidad a los dichos de Indika. Stevenson presenta a este caso como uno de los más sugestivos a favor de la reencarnación.

La creencia en la reencarnación va en franco crecimiento en todo Occidente. Así resulta asombroso comprobar cómo cada vez es mayor el número de los que, aún siendo católicos, aceptan la reencarnación. Una encuesta realizada en la Argentina por la empresa Gallup, reveló que el 33% de los encuestados cree en ella. En Europa, el 40% de la población se adhiere gustoso a esa creencia. Y en el Brasil, nada menos que el 70% de sus habitantes son reencarnacionistas. Por su parte, el 34% de los católicos, el 29% de los protestantes, y el 20% de los no creyentes, hoy en día la profesan.

 

 

Clarividencia, telepatía y precognición: los fenómenos extrasensoriales. Escribe el Prof. Dr. Antonio Las Heras (Presidente de la Asociación Argentina de Parapsicología.)

Clarividencia, telepatía y precognición: los fenómenos extrasensoriales.

Escribe el Prof. Dr. Antonio Las Heras (Presidente de la Asociación Argentina de Parapsicología.)

 

Los fenómenos extrasensoriales, también llamados subjetivos son aquellos que se manifiestan en la consciencia de la persona misma sin afectar al mundo exterior.

Son tres: Clarividencia Precognición y Telepatía.

Clarividencia es el conocimiento cierto de un hecho contemporáneo obtenido por vía extrasensorial.

Si alguien, en este momento, dijera que se incendia un conocido monumento de la ciudad, vamos hasta allí y se observa que está en llamas, esto es Clarividencia: el conocimiento del hecho llega por vía extrasensorial. Se trata de un hecho contemporáneo y, además, de un objeto inerte: un monumento.

Hay un ejemplo famoso: el de Emanuel Swedenborg (1688/1772), filósofo, místico y clarividente que nació y vivió en Estocolmo (Suecia) en algunos momentos del siglo XVIII para fallecr en Londres.
Estando en Estocolmo, solía hacer viajes a una localidad situada a 80 kilómetros de la capital sueca. Se retiraba allí en actitud mística. En el año 1650, en un determinado momento y a 80 kilómetros de distancia, Swedenborg dice: “Hay un incendio en Estocolmo”. Luego, comienza a relatar los hechos. Señala que el incendio se intensifica, que ha tomado la manzana de su casa y avanza. De repente se tranquiliza y afirma: «Bueno, lo apagaron a tres casas de la mía…». A los pocos días (no había entonces comunicación inmediata) se entera de que existió tal incendio, devastó una gran parte de Estocolmo y fue apagado, exactamente a tres casas de la suya.
Sobre éste ejemplo cabe hacer algunas consideraciones pues puede haberse tratado de clarividencia pura (Swedemborg por vía parapsíquica conoce del incendio) o bien por información telepática recibida de personas que estaban presenciando el hecho. Y queda una tercera opción – muy conocida por los parapsicólogos – lo que llamamos “percepción extrasensorial general” (que se abrevia con la sigla GESP, de general extra sensory perception; en inglés) debido a que bien pueden haber intervenido ambos fenómenos a la vez: clarividencia y telepatía.

Precognición es el conocimiento cierto de un hecho futuro obtenido por vía extrasensorial, que no puede obtenerse por deducción, razonamiento o inferencia lógica.

No hay que confundir hechos de deducción inconsciente con un acontecimiento precognitivo. La Psicología de lo Inconsciente ha demostrado la existencia de saberes inconscientes que pueden revelarse a través de sueños (lo que C. G. Jung denominó “sueños anticipatorios”) que muestran un gran talento para deducir cosas, pero que ninguna relación tienen con la obtención de un conocimiento sobre el futuro en sí mismo. Todos estos procesos inconscientes a los que nos estamos refiriendo son, precisamente, eso – procesos – y en Parapsicología de lo que se trata es de una información que se obtiene sin deducción previa ninguna; ni consciente ni inconsciente, ni de ningún tipo.

Telepatía es la transmisión de un contenido mental de una persona a otra por vía, exclusivamente, extrasensorial. La palabra procede del griego “tele» (lejos) y “phatos” puede definirse como: «todo lo que se siente o experimenta: estado del alma, tristeza, pasión, padecimiento».

El término fue creado por Frederic William Henry Myers (1843/1901) uno de los fundadores de The Society for Psychical Research, entidad creada a fines del siglo pasado – y que aún continúa existiendo, y de la quien esto escribe ha sido miembro por años habiendo publicado inclusive en su centenaria revista – por un grupo de pioneros en el estudio de lo parapsicológico quienes por vez primera consideran a estos fenómenos como algo propio de lo humano. Nada de espíritus de los muertos, ni divinidades, ni seres del Más Allá.

 

NOTA: El precedente es un fragmento de la segunda edición (de próxima aparición) del libro del Dr. Las Heras «A, B, C DE LA PARAPSICOLOGÍA» texto que en su primera edición obtuvo el Premio Faja Nacional de Honor en el Género Ensayo de ADEA, Asociación de Escritores Argentinos.

Para comunicarse con el Prof. Dr. Antonio Las Heras:           Tel.: 54 11 4371 4788

Correo electrónico: alasheras@hotmail.com                   Web: http://www.antoniolasheras.com 

 

La foto que ilustra éste artículo muestra al Dr. Las Heras en su reciente recorrida por Grecia durante junio de 2015.

 

 

 

ORÍGENES DE LA CREENCIA EN LA REENCARNACIÓN Escribe el Prof. Dr. Antonio LAS HERAS

ORÍGENES DE LA CREENCIA EN LA REENCARNACIÓN

Escribe el Prof. Dr. Antonio LAS HERAS

La reencarnación, palingenesia o metempsicosis es la creencia de que tras fallecer hay “algo” de la persona que subsiste en otra esfera imperceptible – el Más Allá – con la características especialísima de que ese “algo” mantiene consciencia de quien hubo sido durante la vida terrena.

Ideas reencarnacionistas se encuentran ya en la más antigua Tradición Hermética que afirma la existencia de un principio perenne e individualizado que habita y anima al cuerpo humano y que, ocurrida la muerte, transcurre un tiempo indefinido en el Más Allá, hasta encontrar un nuevo cuerpo conveniente, reencarnando en éste.

Para todas las escuela iniciáticas, esotéricas y de sabiduría, la reencarnación es un hecho cierto y comprobado, siendo, por lo demás, la causa primera por la cual cada persona durante su tránsito terreno debe procurar mejorar en sus facetas espirituales e intelectuales en vista a un crecimiento trascendente que lo ligue – de manera definitiva y trasmutadora – con el plan del trazado por el Gran Arquitecto del Universo.

La reencarnación es una de las creencias más antiguas. Forma parte del hinduismo, el budismo y otras filosofías orientales. En Occidente, la reencarnación tuvo adeptos entre algunos filósofos griegos. En nuestros tiempos se encuentra entre las enseñanzas de las sociedades teosóficas, los gurús indios, los psíquicos y el movimiento de la Nueva Era por el cual se han importado muchas creencias orientales, casi nunca comprometiéndose a serios cambios de vida, sino como algo que está de moda.

Las más antiguas civilizaciones como la sumeria, egipcia, china y persa, la conocieron en profundidad, pero esos saberes quedaban restringidos a los iniciados. Es por ello que los cultores de la historia oficial prejuzgan  suponiendo que no creían en la reencarnación. Lo cual es absolutamente falso puesto que los sacerdotes dedicaban sus días a progresar espiritualmente y desentrañar lo más que les fuera posible las leyes universales, a efectos de estar preparados para una futura vida mejor. El enorme esfuerzo que dedicaron a la edificación de pirámides, tumbas y demás construcciones funerarias, no demuestra en absoluto que creyeran en una sola existencia terrestre. Puesto que dichos monumentos tuvieron otras finalidades y nunca fueron tumbas. Así sucede con las pirámides de Kheops, Kefren y Micerino, en las que, si bien jamás fue hallado un esqueleto humano o una momia, los egiptólogos ortodoxos siguen insistiendo en que fueron tumbas. En verdad son monumentos a la sabiduría científica y esotérica.

Cuando apareció el Budismo en la India, en el siglo V a. J., adoptó la creencia en la reencarnación. Y por él se extendió en la China, Japón, el Tíbet, y más tarde en Grecia y Roma. Y así, penetró también en otras religiones, que la asumieron entre los elementos básicos de su fe. La primera vez que aparece la idea de la reencarnación es en la India, en el siglo VII a. J.

Si rastreamos el tema de la reencarnación, que en una de sus definiciones es que el alma de una persona muerta sea transferida al cuerpo de otro ser, no aparece en ninguna de las fuentes básicas del judaísmo. Recién el «Zohar» y la mística cabalística proveen al judaísmo de una idea tal como la reencarnación. El judaísmo jamás aceptó la idea de una reencarnación. Así en el Salmo 29 leemos: “Señor, no me mires con enojo, para que pueda alegrarme, antes de que me vaya y ya no exista más” (v.14). Y el Libro de la Sabiduría, dice: “El hombre, en su maldad, puede quitar la vida, es cierto; pero no puede hacer volver al espíritu que se fue, ni liberar el alma arrebatada por la muerte’’ (16,14).

Fue recién en el año 200 a. J. cuando entró en el pueblo judío la fe en la resurrección, y quedó definitivamente descartada la posibilidad de la reencarnación. Algunos eruditos creen encontrar el origen de estas ideas fuera del judaísmo, quizás en las religiones extremo orientales, que de algún modo llegaron a influir y ser parte de las creencias de reducidos grupos de judíos..El cristianismo, nacido del judaísmo mismo, es igualmente resurreccionista y no acepta la reencarnación.

El cuerpo más abundante de evidencia que apoya la doctrina de la reencarnación ha sido reunido por el doctor Ian Stevenson, médico psiquiatra y parapsicólogo de la Universidad de Virginia, que desde los años sesenta del Siglo XX, se dedicó a indagar en casos de presunta “memoria extracerebral” atribuible a presuntas reencarnaciones. Y así como una imagen vale por mil palabras, un relato extraído de las publicaciones hechas por Stevenson nos eximirá de mayores aclaraciones.

El caso que hemos elegido es el de Indika Guneratne, un niño di Sri Lanka – allá donde decidió radicarse Arthur Clarke y vivió hasta su fallecimiento – nacido en 1962 y que Stevenson comenzó a estudiar seis años después.

Indika por primera vez comenzó a hablar cuando tenía unos dos años y uno o dos años después empezó a describir una supuesta vida anterior en la que había sido un acaudalado residente de Matara, ciudad en la costa sur de Sri Lanka. Entre sus recuerdos se encontraban las características de la suntuosa mansión en que había residido, el auto Mercedes Benz que poseía como así también algunos de sus objetos preferidos y los elefantes que eran de su propiedad. Y otros datos muy precisos, como que el nombre de su chofer había sido Premdasa.

El padre de Indika, G. D. Guneratne, indagó en las declaraciones de su hijo descubriendo que un hombre de esas condiciones realmente había vivido en la ciudad indicada por su hijo. Pero no llevó adelante ninguna investigación más; esto sí le cupo a Stevenson.

Así pudo determinar que se trataba de K. G. J. Weerasinghe, un acaudalado comerciante de maderas, fallecido en 1960 dos años antes del nacimiento de Indika.

Stevenson pudo constatar que todos los dichos del niño coincidían, salvo algunos detalles. El fallecido sólo tenía un elefante y no varios. Tampoco había sido dueño de un Mercedes. Pero, y esto es igualmente extraordinario, la patente recordada por Indika coincidía con un automóvil de esa marca cuyo propietario había sido un vecino de un pueblo cercano.  Los recuerdos coincidían en un 90% con la realidad histórica. Había algunos desaciertos, es verdad, ¿pero puede la memoria – sobre todo la de un reencarnado – ser perfecta? Cabe aquí suponer que precisamente el hecho de que haya habido errores brinda mayor credibilidad a los dichos de Indika. Stevenson presenta a este caso como uno de los más sugestivos a favor de la reencarnación.

La creencia en la reencarnación va en franco crecimiento en todo Occidente. Así resulta asombroso comprobar cómo cada vez es mayor el número de los que, aún siendo católicos, aceptan la reencarnación. Una encuesta realizada en la Argentina por la empresa Gallup, reveló que el 33% de los encuestados cree en ella. En Europa, el 40% de la población se adhiere gustoso a esa creencia. Y en el Brasil, nada menos que el 70% de sus habitantes son reencarnacionistas. Por su parte, el 34% de los católicos, el 29% de los protestantes, y el 20% de los no creyentes, hoy en día la profesan.

Antonio LAS HERAS es doctor en Psicología Social y magíster en Psicoanálisis egresado de la Universidad Argentina John F. Kennedy. Parapsicólogo. Profesor universitario. Periodista. Conferencista. Autor de 30 libros de ensayo publicados en Argentina, México, Estados Unidos, España, Rumania y Polonia. Cofundador y actual presidente de la Asociación Argentina de Parapsicología (AAP)

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